Si dijésemos en voz alta qué queremos del año 2009 nos confudiría la luz del primer día, de la primera semana, el frío invernal de enero, tradición gélida y nos reconfortaría el calor que conseguimos en nuestro hogar. Mayor cuanto más estamos.
Al salir deseamos algo más.
El pellizco en la cuerda del arpa que se oiga más allá del clamor de la orquesta y ese gesto, de danza clásica, mil veces ensayado que hoy si saldrá perfecto. Ha de salir.
Deseamos algo más. Algo que nos lleve más allá de nuestro día y de nuestra noche.
El Ballet de Moscú está recreando todo aquello que se propone con la magia que buscamos.
Por segundo año consecutivo el Ballet de Moscú ha pasado por el Auditori de la Mediterrània de La Nucía.
Lago de los Cisnes y Cascanueces -en la segunda actuación-, ambas de Tchaikovsky, recreadas con la necesaria delicadeza.
-- En la imagen parte del cuerpo de baile del Ballet de Moscú durante su actuación en el Auditori de la Mediterrània en la noche del domingo 21 de diciembre de 2008.
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